Si bien el hombre de acero ha sido un ícono de la cultura norteamericana, unos comics hasta ahora desconocidos estarían revolucionando al mundo entero. Conozca a Superman: Rojo, una aventura muy particular que lo mostraba como guardián de la URSS
¿Alguien podría imaginar que Superman y todo su mundo se hayan criado bajo el ideal comunista? Eso ocurre en Superman: Rojo, la historia del superhéroe que en vez de ser parte de la cultura norteamericana, nació en la Unión Soviética.
Hacia la primera mitad del libro, en ocasiones refleja al comunismo como algo bueno que, de extenderse, llegaría a ser lo mejor que le ha pasado al hombre.
Sin embargo, a partir de la segunda mitad, toda esa utopía que venía presentando se convierte en un sistema déspota. El personaje norteamericano jamás hubiera aceptado gobernar, a pesar de que las circunstancias y tentaciones lo obligaran.
En cambio, el Superman soviético posee el poder global como algo natural y, a partir de aquí, especula.
«¿Quién te piensas que eres, volando por ahí, llevando nuestra bandera? ¿Cómo te puedes llamar un símbolo de todo lo que creemos cuando ni siquiera eres de este planeta?», es una de las tantas frases expuestas en este libro.
Este cómic se conoció en inglés bajo el título «Superman: red son» y su guión estuvo a cargo de Mark Millar mientras que los dibujos fueron realizados por Dave Johnson y Kilian Plunkett. «La lectura en mi infancia de una vieja historieta me hizo imaginar un futuro diferente para el personaje. En ese instante me pregunté: ¿Qué hubiera pasado si el pequeño Superman hubiese sido ciudadano soviético?», confesó Mark durante una entrevista.
Como mínimo, se hubiera llamado Yuri, Boris o Dimitri…